¿Por qué es mejor un cosmético orgánico?
Últimamente hemos leído y escuchado mucho la palabra “orgánico” y no solo en alimentos, si no también en cosméticos e incluso en ropa de marcas muy y no tan conocidas…. Pero ¿por qué deberías preferir un producto orgánico frente a uno comercial?
Los productos orgánicos podrían verse y vivirse como un tema de moda; sin embargo, el tema va mas allá de la apariencia, tener un estilo de vida que incluye productos orgánicos es un tema de salud y bienestar integral.
El progreso de la humanidad en términos de industrialización, ciencia y tecnología, con el paso de los años nos ha traído un mejor y cómodo estilo de vida, por ejemplo el alto desarrollo en áreas médicas que han prolongado la vida a pesar de las enfermedades, combustibles cada vez más eficientes, producción de cultivos con mayores índices nutrimentales y resistentes a plagas predadoras, entre otras muchas más.
Sin embargo, dichos avances han traído también consecuencias no esperadas, como la modificación de las cadenas alimenticias, el peligro de extinción de diversas especies animales y vegetales, resistencia a medicamentos e incluso el desarrollo de enfermedades desconocidas.
Centrando nuestra plática en el cuidado de la piel, podemos observar que cada vez son mas comunes las visitas al alergólogo y al dermatólogo, de tal manera que en muchas de las ocasiones hemos tenido que recurrir a los consejos de la abuela para calmar la comezón e irritación que estas nuevas alergias o enfermedades han desarrollado en nuestra piel.
Es entonces, donde, si nos detenemos un poco y comparamos el estilo de vida del ser humano en los años 30´s a la vida actual, nos vamos a dar cuenta de que difícilmente cuidamos lo que consumimos y la velocidad con la que gira nuestro mundo no nos da permiso incluso de leer la etiqueta de lo que consumos y es más… quisiéramos días de 35 horas para poder terminar los pendientes.
Desde el siglo pasado hemos visto como la industria cosmética ha crecido exponencialmente, ha desarrollado productos que podíamos catalogar como “milagrosos”, y entonces los “remedios naturales” quedaron en el olvido. Por el contrario, la industria comenzó a producir toneladas de cosméticos olvidando el principio básico de la ciencia: cuidar y preservar la salud de los seres vivos, y aunque suene cursi, así lo es, la Química existe para generar bienestar a la humanidad y en éste caso en particular la cosmética existe para embellecer sin dañar o enfermar. Todos los días atascamos a nuestra piel de sustancias que difícilmente podemos incluso pronunciar, como: oxibenzona, dimeticonas, parabenos, sulfatos, PEGs, entre otros, y llega un punto en donde la piel ya no puede más y “vomita” de alguna manera todos estas substancias, reflejándolas en enfermedades, considerando además que éstas se nutren del estrés que deriva nuestro ajetreado estilo de vida y las consecuencias de un medio ambiente deteriorado. Afortunadamente siempre hay una alternativa, la bendita Cosmética Verde, también conocida como cosmética ecológica, Bio cosmética o cosmética orgánica… el término depende del tipo y pureza de sus materias primas utilizadas, del país en donde se practica y de las certificaciones.
A manera de hacer entendible el concepto de “orgánico” (verde, ecológico o biológico) podemos explicar que es un producto que proviene de un proceso desarrollado tal y como la naturaleza lo ha puesto sobre la faz de la tierra, sin recurrir al uso de pesticidas ni fertilizantes sintetizados en un laboratorio. Y la diferencia entre un producto natural, de un orgánico, es que éstos últimos cumplen con normas más estrictas de control de calidad en cuanto a sus procesos de producción, composición, envasado, etc…
Entonces, hacemos hincapié en que antes de consumir cualquier producto, leas las etiquetas y verifiques que puedas pronunciar fluidamente al menos 5 de sus ingredientes y que por supuesto no contenga ninguno de los ingredientes que mencionamos anteriormente.
MGP Marisol López
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